Las estadísticas son contundentes: el 85% (1) de los empleados de todo el mundo no están plenamente comprometidos y/o satisfechos con su empresa.
Una tasa que apenas ha mejorado en los últimos años y que revela un auténtico malestar. ¿Cuál es el problema? Hoy en día seguimos en el trabajo o en la empresa equivocada con demasiada frecuencia. Especialmente en materia de empleo, las expectativas de las generaciones Y - así como las siguientes - son radicalmente diferentes de las de sus mayores: un equilibrio entre trabajo y vida privada, valoración del individuo, transparencia y ética, independencia de pensamiento, respeto entre colegas... Y sobre todo, buscan un sentido, también en el mundo del trabajo. Su principal preocupación consiste en encontrar el empleo más adecuado, el proyecto en el que puedan desarrollarse plenamente. ¿Pero… cómo conseguirlo?
La primera decisión que hay que tomar es la de abandonar la empresa. No es un paso fácil: las opciones disponibles pueden desalentar a la mejor voluntad en la búsqueda de un nuevo trabajo. Examinémoslas:
- Pasar por una Bolsa de Trabajo: un proceso a menudo tedioso y que requiere pasar por cientos de anuncios antes de presentarse. La recompensa es un mensaje como: "Gracias por su solicitud, usted es uno de los 587 candidatos que solicitaron este anuncio, nos pondremos en contacto con usted rápidamente , lo que significa nunca (o casi nunca).
- Hablar con un reclutador: actualizas tu perfil de LinkedIn y esperas a que te contacten. Pueden pasar varios meses antes de que recibas una oportunidad realmente interesante.
- Dirigirse a su red de contactos: ésta es probablemente la forma más efectiva. Pero en realidad, el tamaño reducido de la red de conocidos limitará automáticamente las posibilidades de éxito.
En resumen, buscar un nuevo trabajo es un proceso largo y tedioso. Por eso la mayoría de los empleados no se deciden a cambiar, ya que no disponen de una solución fácil y obvia a su disposición.
Y desde el lado corporativo, la situación no es mucho mejor. Para las empresas, el reclutamiento sigue siendo un enorme reto. Conlleva mucho tiempo y sobre todo es costoso. En promedio, un buscador de talentos cuesta 7.000 euros, es decir el 15 a 30% del salario anual.
Hoy en día reclutar a través de LinkedIn, que es la herramienta más utilizada, no es nada fácil. O bien el candidato correcto no es visible, o bien el reclutador se encuentra frente a varios cientos de solicitudes para un mismo puesto. Y esto ocurre también porque los CV por sí solos ya no son suficientes para tomar decisiones efectivas. A partir de ahora ya no reclutamos sólo en base a la competencia y a un diploma... También reclutamos dando gran importancia al estado mental del candidato, a sus valores, a su personalidad, a sus habilidades sociales... En resumen, al filtrar los candidatos únicamente sobre la base de un currículum vitae, se perderán por el camino excelentes candidatos que encajan perfectamente con la cultura y los valores de la empresa y que, por ello, se habrían convertido en empleados plenamente comprometidos.
Jobgether conecta los candidatos con las empresas
Por todo lo anterior, para cumplir con todos estos desafíos, lanzamos Jobgether en octubre de 2019. Nuestro objetivo es conectar a los candidatos y a las empresas sin que tengan que buscarse unos a otros. ¡Nuestra ambición es mejorar la satisfacción laboral!
- ¿Cómo funciona para el candidato?
Nada más sencillo. Rellena su perfil de Jobgether describiéndose a través de seis ejes que definen su ADN profesional: educación, experiencia, competencia, perfil psicológico, estilo profesional (incluyendo valores, liderazgo, etc.) y ambiciones. La idea es, por lo tanto, comprender quién es y cuáles son sus aspiraciones. Esto es importantísimo ya que nos dirigimos principalmente a los actuales ejecutivos que están buscando una mayor realización profesional.
Una vez creado su perfil, el candidato no tiene que hacer nada más. Nuestros algoritmos le enviarán "matchs" con empresas que coinciden exactamente con su perfil. De esta manera, sólo se proponen las coincidencias pertinentes, ahorrándole así una búsqueda tediosa.
Otra gran ventaja: en cualquier momento puede controlar el acceso a su perfil. Puede elegir qué empresas tendrán acceso a su información confidencial aceptando las sugestiones que le propone Jobgether.
- ¿Y para las empresas?
La precisión de la estadística de coincidencia de nuestros algoritmos será un elemento clave para la empresa. De esta manera dispondrá de los candidatos que coinciden con los criterios normalmente solicitados (experiencia, competencia, nivel de educación, salario). Pero, además, gracias a nuestras seis dimensiones, la empresa podrá acceder a los 5 mejores perfiles, aquellos que mejor se adapten a la oferta y a la estructura, en base a una adecuación que toma en cuenta los valores y la cultura de la empresa, la personalidad que se busca para el puesto, el estilo de liderazgo deseado, etc.
En resumen, nuestro algoritmo se pondera de la siguiente manera: 60% basándose en los criterios tradicionales y 40% en las habilidades blandas/humanas.
La idea es, por tanto, hacer la vida del reclutador lo más fácil posible: en un solo clic, puede proceder a sus solicitudes de entrevista dando prioridad a las 5 mejores solicitudes propuestas.
La experiencia nos muestra que el reclutamiento con Jobgether toma menos de una semana y que el coste para la empresa se divide en promedio por 10, es decir, 700 euros por asignación.
Jobgether, un modelo en sintonía con nuestro tiempo
Creamos Jobgether tres socios de nacionalidades, habilidades, generaciones y antecedentes profesionales completamente diferentes (empresarios y altos ejecutivos). El equipo internacional está compuesto ahora por unas quince personas, la mayoría de ellas freelances. Todos nuestros reclutamientos se han hecho a distancia (incluso antes del Covid-19). Nuestras interacciones tienen lugar únicamente por videoconferencia, lo que no nos ha impedido crear una verdadera cultura corporativa donde la seriedad y la diversión van de la mano.
Trabajamos en dos zonas horarias diferentes con el 50% del equipo en América Latina y la otra mitad en Europa y Oriente Medio. No tenemos oficinas. Trabajamos todos desde casa en París, Bruselas, Madrid, Zaragoza, Tel Aviv, Bogotá, Caracas y Buenos Aires.
Lo que tenemos en común: compartimos la misma pasión por este proyecto y la convicción de que el mercado de reclutamiento debe ser transformado profundamente. Este proyecto da sentido a nuestro trabajo y es útil para la sociedad en la que vivimos. “Nunca más debemos aceptar trabajar si no le encontramos un sentido y una utilidad a lo que hacemos ( Graeber Bullshit Job).
1Gallup, State of the Global Workplace, 2017
Savills’ What Workers Want survey, 2019