Uno de los grandes retos para las compañías es mantener a los equipos comprometidos. Una empresa necesita de trabajadores conectados emocionalmente que inviertan su tiempo, talento y energía para agregar valor y avanzar para cumplir con los objetivos de la organización. Si bien es conocido que el porcentaje de satisfacción laboral en el mundo es bajo, los líderes tienen el desafío de preservar el entusiasmo de los empleados. La clave para ello es crear equipos con diferentes tipos de personalidad que funcionen bien juntos.
Brent Gleeson, fundador y CEO de Taking Point Leadership, escribió en Forbes que uno de los objetivos de los líderes es definir y comunicar una visión poderosa dentro de la organización. Ellos serán los encargados de contratar y desarrollar a gerentes que se dediquen emocionalmente a la misión de la empresa. Al final, la organización debe proporcionarles recursos para construir equipos comprometidos que además tengan las personalidades adecuadas en los roles correctos. Ese es el primer paso para construir grupos de trabajos efectivos, algo crucial para alcanzar el éxito. La clave de todo es: reclutar a gente cuya personalidad encaje bien en el equipo.
Claves para crear equipos comprometidos
Aprovechar las potencialidades de los empleados es importante. Para ello es necesario conocer su tipo de personalidad con el fin de formar equipos donde sus integrantes se complementen. Ello contribuirá a que el grupo pueda ver las cosas con mayor claridad, además de entenderse de buena manera para reducir los conflictos.
Los equipos deben estar integrados por personas con diferentes visiones. Para ser un gran motivador, es necesario adaptarse a las diferentes personalidades de los compañeros de trabajo. Ya sea porque trabajes gestionando personas o simplemente porque tengas curiosidad acerca de la categoría en la que se encuentran tus colaboradores, presentamos estos cuatro tipos de personalidad para crear equipos comprometidos y de alto desempeño:
El analítico
Es lógico, cauteloso y sensato. Se siente más cómodo cuando tiene todo organizado y con las directrices claras para saber dónde se encuentra. Le gustan los sistemas. El empleado analítico busca contexto general para identificar hacia dónde va el proyecto. Alguien con esta personalidad necesita un ambiente de trabajo justo y desafíos intelectuales para prosperar.
El conductor
Siempre toma el control. Es el que da el primer paso; además es enérgico y positivo. Es difícil de administrar y dirigir, pero muy fácil de motivar. Extremadamente entusiasta, el conductor quiere mantenerse ocupado. Toma riesgos y es capaz de resolver problemas sobre la marcha. Para tratar con los empleados con esta personalidad es importante brindarles oportunidades que lo lleven a la satisfacción del éxito; proponerles proyectos y tareas desafiantes acordes a sus habilidades y valores.
El amable
Es impulsado por un sentido de pertenencia. Por lo general, es la persona más apreciada en el sitio de trabajo. Es callado, trata de evitar conflictos y siempre tiene palabras de apoyo para sus compañeros. En ocasiones es terco cuando las cosas no son como las propone. Un aspecto importante a considerar por los gerentes es tomarse el tiempo para hablar con los empleados que tienen esta personalidad con el fin de hacerles ver que son importantes. Se le debe explicar la tarea que se le está pidiendo y por qué, pues eso los hará sentir como si estuvieran interviniendo en su bienestar.
El expresivo
Reúne todo el entusiasmo para un proyecto. Es entusiasta por naturaleza y el motor creativo del equipo. Pondrá toda su energía y trabajará duro en lo que le apasiona. La organización y el orden no son características que definen al expresivo. Son capaces de involucrar a otros, pero necesitan apoyo para hacer que sus ideas se conviertan en realidad. Para mantener al expresivo interesado, es clave permitirle drenar toda esa energía y darle herramientas para mantenerlo encaminado.
Trabajar en equipo implica reunir o juntar varias personalidades para llevar a cabo un proyecto. Comprometidos para lograr el objetivo, los integrantes darán todo su esfuerzo para promover la creatividad, motivarse mutuamente e intercambiar experiencias y conocimientos. Pero lograr el equipo soñado no solo depende de la experiencia y habilidades de quienes lo conforman ya que, como hemos visto, tiene mucha importancia ubicar a los trabajadores de acuerdo a su personalidad para ayudar no solo a que reine la armonía, sino a alcanzar los objetivos con mayor rapidez y eficacia.