¿Darle más sentido al trabajo para combatir el aburrimiento y la insatisfacción? Con el 85% de los empleados alegando estar desconectados de su puesto de trabajo, y con la problemática recurrente del bore-out y del burn-out, ¿por qué no recurrir al job crafting?
El concepto, surgido hace 20 años en los Estados Unidos a partir de los trabajos de los profesores Justin Berg, Amy Wrzesniewski y Jane Dutton, y adoptado por gigantes de la economía digital como Google, se está extendiendo ahora en Europa. El job crafting, como su nombre indica, consiste en modelar su propio trabajo con el objetivo de apropiárselo de manera que corresponda a las habilidades, aspiraciones y valores de la persona.
Los tres ejes del job crafting
Según Amy Wrzesniewski, el job crafting te permite actuar en tres direcciones para transformar tu trabajo:
- Las tareas: asumir nuevas responsabilidades, delegar, ampliar sus funciones, diseñar nuevos métodos de trabajo...
- Las relaciones con los demás: trabajo en equipo, interacciones con los colegas, con la jerarquía, métodos de gestión, mejora de la comunicación....
- La autopercepción del trabajo: qué significado se le da al trabajo, qué puede aportar, qué lugar se ocupa en la empresa...
Trabajar en estos tres ejes implica hacer cambios duraderos en su relación al trabajo. Las modificaciones pueden ser sutiles. Lo importante es que sean significativas de manera que el empleado se comprometa más, se sienta satisfecho, resiliente y realizado. Un objetivo que es alcanzable porque con el job crafting es el empleado quien está al origen de los cambios. Siendo proactivo, él mismo da forma a su trabajo y ya no deja que su trabajo le dé forma. El resultado es:
- Un bienestar suplementario
- Un mejor rendimiento en el trabajo
- Una mayor adaptabilidad al cambio
- Un mayor compromiso
- Una mayor sensación de felicidad
- Menos angustia psicológica, es decir menos ansiedad, depresiones y problemas de sueño
Mejoras concretas
La “MIT Sloan Management Review” entrevistó recientemente a 1.000 líderes empresariales y 2.000 empleados en los EE.UU., el Reino Unido y Australia sobre el tema. Cuando se utiliza el job crafting dentro de las organizaciones, su contribución concreta es innegable. Se traduce de la siguiente manera:
- Mejora de la colaboración: El 67% de los encuestados que practicaban el job crafting pudieron ir más allá de sus zonas de confort y colaborar activamente con otros colegas, reforzando así las capacidades del equipo.
- Aumento de la productividad: Aumento de la productividad: El job crafting permitió que el 77% de los encuestados mejorara su productividad en comparación con los que no habían optado por esta vía.
- Aumento de la fidelización: La rotación de personal en las organizaciones que utilizan el job crafting disminuyó en un 29%, ya que los que deseaban un ascenso buscaron oportunidades internas antes de dirigirse a otras empresas.
¿Y la jerarquía?
¿Se la debe involucrar en el job crafting? Modificar las tareas implica, sin duda, discutirlas para obtener un acuerdo. Es decir, se trata de que la jerarquía comprenda el enfoque y las ventajas que la empresa podrá sacar si le da al empleado la libertad de acción que necesita para "modelar" su trabajo. En definitiva, el job crafting permite redefinir la relación entre los directivos y los empleados en el sentido de una mayor confianza.
De hecho, el job crafting termina teniendo un impacto significativo en la empresa. Mejora la relación de trabajo entre colegas, alienta a las personas a evolucionar dentro de la empresa, basándose en sus habilidades y características, y les da a los empleados una libertad adicional simplemente confiando en sus cualidades y métodos de trabajo.
Por consiguiente, para lograr el máximo efecto a nivel general de la organización, los managers deberían:
- Apoyar a los individuos en sus esfuerzos de creación de trabajo animándolos a pensar "fuera de la caja".
- Anímelos a modelar su trabajo basándose en los objetivos comunes a toda la organización.
- Construir un proceso colectivo en el que se invite a todos los participantes en una tarea a trabajar juntos en la definición de sus objetivos.
De esta manera se crea un círculo virtuoso con consecuencias positivas tanto para las empresas como para cada uno de los individuos que la componen y participan en su éxito.