¿Feliz como un empleado con teletrabajo?

Jun 9, 2022
¿Feliz como un empleado con teletrabajo?

La crisis del coronavirus tuvo esta consecuencia: puso en primer plano la cuestión del teletrabajo. En toda Francia y en el mundo, las empresas se han visto obligadas, la mayoría de las veces a toda prisa, a crear una nueva organización invitando a sus empleados a trabajar desde casa. Pero mucho antes, la práctica del teletrabajo ya tenía sus seguidores.

Sí, la mayoría de los empleados están satisfechos con el teletrabajo. Esto es lo que se desprende de varias encuestas, incluida la última realizada por CSA para Malakoff Humanis, que confirma la percepción muy positiva que tienen del tema. De las 1610 personas encuestadas entre noviembre de 2019 y febrero de 2020, el 40% de ellas dieron una puntuación de satisfacción entre 9 y 10 (siendo 10 la puntuación más alta), mientras que el 42% de los encuestados la calificaron entre 7 y 8. Sólo el 4% de los encuestados calificaron su nivel de satisfacción con el teletrabajo entre 0 y 4, y el 14% entre 5 y 6. La gran mayoría de los empleados encuestados parecen estar plenamente satisfechos con esta forma de organización del trabajo.

El teletrabajo para un mayor bienestar

Entre los diversos beneficios citados por los empleados, el relativo al ahorro de tiempo en el transporte es ampliamente consensuado. Esto conlleva un menor estrés y más tiempo que pueden utilizar transfiriéndolo a otra actividad. Al permitir una organización personalizada del horario, una vez adaptado el empleado a este nuevo tipo de organización, el teletrabajo abre la puerta a un mejor reparto entre la vida personal y profesional.

Esta ganancia de autonomía incrementa el sentimiento de responsabilidad de los empleados de la empresa, ya que les corresponde a ellos organizar su tiempo. Es una señal inequívoca de que la jerarquía ha apostado por confiar en ellos. Otra ventaja es que el 75% de las personas que respondieron a esta encuesta informan de una mejora en la calidad del sueño y, como consecuencia, un mayor bienestar. En resumen, el empleado de teletrabajo se considera más feliz, lo que aumenta su compromiso real con la empresa. Esta ganancia de autonomía incrementa el sentimiento de responsabilidad de los empleados de la empresa, ya que les corresponde a ellos organizar su tiempo.

No es de extrañar, entonces, que, según las cifras del Ministerio de Trabajo, más del 60% de la población activa quiera tener acceso al teletrabajo. Antes de la crisis actual, que obligó a las organizaciones a implementar el teletrabajo para muchos de sus empleados, sólo el 17% de ellos tenía acceso a él.

Aunque aún quedan muchos temores. Uno de ellos es el miedo a que el distanciamiento de la empresa pueda poner en peligro el desarrollo de la carrera personal. Otro es el peso de los frenos culturales. Pero estos están cediendo. La prueba está en Japón.

Cómo Japón están implantando el teletrabajo

A los japoneses no les gusta el teletrabajo. En el archipiélago, "tienes que ir a la oficina y demostrar que trabajas mucho y duro, mientras ayudas a tus colegas. Trabajando a distancia, no puedes mostrar tu buena voluntad y motivación", explica Yuki Sato, un empleado japonés entrevistado por la AFP.

También hay reticencia por parte de las empresas para las que el teletrabajo es una herramienta que beneficia únicamente a los empleados. Para Kunihiko Higa, profesor del Instituto de Tecnología de Tokio y especialista en nuevas formas de trabajo, "muchos ejecutivos japoneses no entienden que el teletrabajo, cuando se utiliza adecuadamente, puede ser una herramienta estratégica que favorece la gestión de sus equipos".

Pero la pandemia de coronavirus les ha forzado a hacerlo: las empresas japonesas han tenido que elegir el teletrabajo. Según una encuesta realizada por la Federación de Empleadores de Keidanren entre finales de febrero y principios de marzo a 400 grandes empresas afiliadas, casi el 70% de ellas ya habían hecho uso del teletrabajo o se estaban preparando para hacerlo debido a la crisis sanitaria.

Los empleados, inicialmente desconcertados ante la nueva organización, han cambiado – al haberlo experimentado - su imagen del teletrabajo. Ganancia de tiempo en los desplazamientos, mejor calidad de vida y también mejor concentración en el trabajo, son algunos de los beneficios que evocan los entrevistados. La crisis del coronavirus habrá permitido al país superar sus prejuicios sociales y culturales sobre el teletrabajo.

Al generalizar el teletrabajo, la crisis del coronavirus ha permitido que los empleados de muchos países lo experimenten. Queda por ver si la tendencia continuará cuando las medidas de confinamiento lleguen a su fin. La única certeza es que la percepción de muchos empleados sobre el tema habrá cambiado radicalmente.

Mira menos, encuentra mejor.  
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