La crisis de Covid-19 y las aspiraciones de los millennials han colocado la exigencia de sentido en el centro de sus preocupaciones, y muchos de ellos se preguntan sobre la dirección que toma actualmente su carrera. Muchos están pensando en un cambio drástico de dirección. Por eso el tema del reciclaje profesional nunca ha tenido tanta importancia como ahora. Y quien dice reconversión profesional, dice con certeza (o casi) evaluación de competencias
En casi todas partes la evaluación de competencias se presenta como el requisito previo esencial cuando uno desea abrir nuevas perspectivas y cambiar de trabajo. ¿Verdadero? ¿Falso? Debido a que en términos de testimonios, siempre encontramos opiniones de todos los gustos, a menudo sin comprender completamente el contexto y las motivaciones específicas de cada cual, he decidido, por primera vez, hablar de mi experiencia y escribir en primera persona. En lugar de contar los "pros" y los "contras", y llegar a una conclusión basada en una media , hablaré directamente de mi experiencia personal.
¿UNA EVALUACIÓN DE HABILIDADES PARA PONERTE A PRUEBA?
Me llamo Laurent y soy redactor desde hace más de 20 años. A decir verdad, escribir es el único trabajo que he practicado. Con muchísimo placer, todo hay que decirlo. Hace unos años, me pregunté si era capaz de hacer otra cosa. Y no falló. El consejo cayó más rápido que la noticia de los problemas de Alec Baldwin en un despacho de la AFP. Me dijeron: "¿Por qué no vas y haces una evaluación de competencias? Es el paso esencial, y blablablá.. Bueno, me dije, debe ser cierto ya que todo el mundo lo aconseja.
En un abrir y cerrar de ojos, armado con toda mi buena voluntad, pedí una cita y me encontré con una consejera que me felicitó por mi acertada elección. "La evaluación de habilidades abrirá tus chakras", me dijo. Bueno, no. No debió decirme exactamente esas palabras, pero fue lo que yo entendí en ese momento.
Súper convencido y entusiasta por esta introducción súper optimista, fui y confirmé mi interés: ¡voy a hacer la evaluación de competencias!. Me llevó un mes y medio completarlo, en varias sesiones. Me ahorraré los detalles de las pruebas (puede haber varios tipos de pruebas centradas en: el interés profesional, los valores, la motivación, la personalidad...) para ir directamente a la conclusión, es decir, a los resultados. Redoble de tambores, y el ganador es: “las profesiones relacionadas con la comunicación”.
Pues sí. Al final, la evaluación de competencias sólo confirmó (en esencia) el trabajo que siempre he tenido. ¿Realmente necesitaba pasar por todo eso para averiguarlo?
UNA SIMPLE INSTANTÁNEA DE NUESTRAS COMPETENCIAS EN UN MOMENTO DADO
Realmente, pensándolo bien, debería haberlo sabido. Al fin y al cabo, la evaluación de competencias no es más que lo que dice su nombre: una instantánea de... nuestras habilidades en un momento dado. En esencia, por tanto, se queda anclada en el pasado y no dice nada sobre las posibilidades futuras, especialmente si se busca un cambio radical de profesión.
Así que, si eres director de marketing de una gran empresa internacional y tu deseo es convertirte en pastelero, no esperes ningún estímulo ni confirmación viniendo de la evaluación de competencias. Es imposible que lo haga. Si, por el contrario, eres contable y tu sueño es convertirte en censor jurado de cuentas, la evaluación de competencias podría ser útil. Por decirlo claramente, tiene sentido si se planifica un desarrollo profesional basado en competencias que ya has adquirido. Por lo demás... nada. Mi valoración de la evaluación de competencias es, por tanto, la siguiente: si buscas una reconversión profesional completa no pases por esta etapa y sigue tu camino.
¿Soy quizás demasiado radical? Al fin y al cabo, esto es sólo mi experiencia, con todos los sesgos que ello implica. Si has tenido una experiencia completamente diferente, no dudes en reaccionar compartiendo la tuya. Mientras tanto, tal y como aconsejó mi evaluación de competencias, yo he vuelto a lo mío: a escribir artículos.